Bioética en el Trasplante de Órganos

Bioética en el Trasplante de Órganos

De acuerdo con la Asociación de Trasplantados del Estado de Puebla, A.C., en México, de cada 1000 enfermos del corazón que necesitan un trasplante, sólo 60 de ellos podrán recibirlo; y según la Organización Mundial de la Salud para el año 2025, 4.95 millones de mexicanos van a necesitar un trasplante renal. Considerando esto, yo estoy a favor de que se donen los órganos de las personas que han sido declaradas legalmente muertas siempre y cuando así lo hayan establecido ellas cuando estaban con vida, y es que está establecido en la Ley General de Salud que cada ciudadano mexicano tiene el derecho de decidir qué quiere hacer con su cuerpo y por lo tanto si quiere convertirse en donador de órganos o no, y su decisión puede cambiar en el momento que lo decida.

Considerando la manera en la que deben de llevarse a cabo los procedimientos, creo que las únicas personas que pueden decidir acerca del tratamiento pre-operatorio de un donador cadavérico son los médicos especializados, pues ellos son los que conocen qué medicamentos administrar al paciente y cuáles son los efectos de dichos medicamentos, de manera que los órganos puedan preservarse en las mejores condiciones posibles para el receptor. Creo que los familiares del donador deben de ser informados acerca de los procedimientos que se llevarán a cabo siempre y cuando así lo deseen, y que la información que se les provea debe de ser veraz y comprensible.

Creo que en México vivimos en una sociedad en la que la donación de órganos no está bien establecida, es por esto que creo que una de las medidas que pueden ayudar para incrementar la donación de órganos a partir de cadáveres es la educación, creo que se debe de explicar muy bien a la sociedad en general cuáles son los beneficios de la donación, además de hacer campañas de concientización. Creo que falta mucha preparación en los hospitales para poder llevar a cabo los procedimientos adecuados para asegurar el buen estado de los órganos de un donador cadavérico, y es que en circunstancias como ésas se debe de tener el equipo adecuado y actuar con rapidez para que los órganos sigan siendo viables para el receptor, es por esto que considero que es también importante que en los hospitales se cuente con todos los recursos necesarios para llevar a cabo los procedimientos, de manera que las personas tengan la confianza de que en verdad al donar sus órganos estarán ayudando a mejorar la calidad de vida de otra persona.

Considero que los ingenieros en biotecnología podemos aportar en el área de la donación de órganos al continuar con las investigaciones para obtener nuevos fármacos que permitan mantener los órganos viables de los pacientes por más tiempo sin comprometer otros órganos o sistemas del cuerpo. De igual forma se podrían diseñar nuevos medicamentos con menores o nulos efectos secundarios, para los pacientes trasplantados, de forma que se pueda evitar el rechazo del órgano trasplantado.

La donación de órganos, como se establece en la Ley General de Salud, debe de tratarse de un acto altruista y que no busque la obtención de una remuneración económica, de forma que cualquier persona que brinde o recibe un beneficio está cometiendo un delito. Es por esto que considero que la concientización de la población es la principal herramienta para promover la donación. Una de las cosas que es importante establecer es que, en caso de la donación de pacientes con muerte cerebral, el cerebro de esa persona ya no tiene la capacidad de recuperarse por lo que en realidad, a pesar de que todavía se mantengan algunas funciones automáticas, como el ritmo cardiaco, esa persona ya no está viva y que aunque se tengan equipos que permitan que los órganos de esta persona no dejen de funcionar, “Un cuerpo que está cerebralmente muerto desarrollará, a pesar de cuidados muy meticulosos, la insuficiencia de la circulación general en unos cuantos días, o rara vez después de varias semanas, y el latido cardiaco cesará” (Ambrosio, s.f.:1).

Otro aspecto importante es que se desarrollen programas de trasplantes más efectivos y sistemas más eficientes, de manera que se pueda llevar a cabo el diagnóstico de muerte cerebral de una forma rápida y que después se actúe rápido sobre el cuerpo del paciente para que los órganos no se dañen y puedan ser usados para los trasplantes de una forma exitosa; cabe destacar que para el diagnóstico de la muerte cerebral no se pueden dejar a un lado todos los procedimientos y requerimientos establecidos para que no haya duda de que en verdad el cerebro del donador ha sufrido un daño irreparable.

Finalmente, es necesario que se establezca una legislación apropiada y que en ella se consideren los criterios y opiniones de los profesionales adecuados, de manera que sea posible unificar las normas y establecer criterios generales acerca de la muerte cerebral y la donación de órganos. Es importante que se cuente con un comité con personal especializado que regule los procedimientos de donación y trasplantes para asegurar la legalidad, de igual forma dicho comité debe de estar actualizado para poder incorporar a la legislación las nuevas metodologías y tecnologías existentes, de manera que México pueda estar a la vanguardia en lo referente al tema de donación de órganos.

Referencias:

Ambrosio, M. (s.f). Legislación de muerte cerebral en México. Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM. [en línea] Recuperado el 17 de octubre de 2011, de http://www.juridicas.unam.mx/invest/docen/docto/seminario/pdf/muertecerebral.pdf

Asociación de trasplantados del Estado de Puebla. (2006). Estadísticas Trasplantes México ALTEPAC. [en línea] Recuperado el 18 de octubre de 2011, de http://web.archive.org/web/20090219014827/http://geocities.com/atepac/atepac-estadisticas.html

Gobierno del Estado de Michoacán. Donación de órganos. [en línea] Recuperado el 18 de octubre de 2011, de http://www.michoacan.gob.mx/Temas_de_salud/Donacion_de_organos

Autor: Cintli Carina Morales Alcalá